Cada vez son más personas las que optan por la tranquilidad de contratar un seguro médico. Y no es de extrañar ya que, si antes de la pandemia ya nos encontrábamos con carencias en algunas de las especialidades del Servicio Nacional de Salud, ahora directamente puede que nos encontremos con la situación, incluso, de que en determinado hospital o centro de salud ya no cuenten con el profesional indicado.
En el caso de la psicología, por ejemplo, es bastante habitual que, entre sesiones, pasen lapsos de tiempo de meses. También es bastante habitual y frustrante para los pacientes que, además de unos tiempos tan largos, no te atienda el mismo profesional que la otra vez, por lo que se hace necesario volver a repetir la misma historia a distintas personas con el consiguiente malestar que eso produce y sin sacarle ningún partido.
Este artículo va dirigido para aquellas personas que, por el motivo que sea, deciden contratar un seguro médico y acabar con las esperas. También para aquellas que tienen dudas al respecto, ya que repasaremos algunas de las ventajas más importantes de contar con esa seguridad extra para sí mismo y para los suyos. Recuerda que, en la caja de comentarios que se encuentra al final de la página, puedes dejarnos aquellas dudas o preguntas que te puedan surgir. Nuestro equipo de profesionales tratará de darle respuesta tan pronto como les sea posible.
Índice
Ventajas de contar con un seguro médico
Pese a que en España contamos con una Sanidad Pública repleta de excelentes profesionales, no siempre es capaz de responder de manera eficaz a nuestras necesidades. Más si cabe después de una pandemia en la que dichos profesionales han quedado, de un modo u otro, exhaustos.
Por ello, en ocasiones se hace necesario valorar la posibilidad de contratar un seguro médico privado que resuelva sus carencias.
Entre las ventajas que nos puede aportar dicha contratación podemos encontrar:
Elección tanto del centro como del médico de referencia
En general, las compañías cuentan con un amplio abanico de profesionales entre los que poder elegir en función de la consulta que deseamos realizar. Esto deriva, a su vez, en una atención más personalizada, de calidad y que genera confianza.
Rapidez sin perder eficacia ni calidad
Con un seguro médico privado se tiene la posibilidad de acudir directamente al especialista que necesitemos, sin necesidad de derivación del médico de cabecera. Además, entre la realización de las pruebas diagnósticas y la obtención de los resultados suele pasar muy poco tiempo.
Sin tiempos de espera
Uno de los principales inconvenientes de la sanidad pública son sus esperas tanto cuando se trata de una consulta con el médico de cabecera como con un especialista. Por no hablar de la salud mental, la cual, a ojos de todo el mundo, se encuentra descuidada. Sin embargo, el servicio de salud privado esta organizado para que sus usuarios pueden acceder de manera casi inmediata.
Flexibilidad de horarios
La disponibilidad de médicos en función de los horarios de los pacientes es amplia. De este modo, no tenemos por qué perder horas de trabajo o hacer encaje de bolillos para aunar familia, trabajo y salud.
Además, hoy en día se cuentan con plataformas o aplicaciones desde las que se puede brindar asistencia telefónica casi de manera inmediata. Lógicamente, esto no sustituye la atención presencial, pero agiliza ciertos procesos y puede aportar información muy valiosa a los pacientes.
Hospitalización cómoda y confortable
Los hospitales privados suelen contar con instalaciones de calidad en las que los pacientes cuenten con su propio espacio en habitaciones individuales. También suelen contar con camas para sus acompañantes, además de la manutención, el acceso a pruebas diagnósticas innovadoras y de calidad, quirófanos, etcétera.
Cobertura internacional
Muchos seguros cuentan con esta posibilidad. Hay que tener en cuenta que la sanidad pública sólo cubre en aquellos países asociados a la Tarjeta Sanitaria Europea. Con los seguros privados se pueden contratar este tipo de coberturas y viajar con total tranquilidad.
Un servicio que se adapta a tus necesidades
En el momento de la contratación, el paciente puede configurar aquello que más le interese en función del presupuesto, la asistencia sanitaria que necesita, etcétera.
Aspectos a tener cuenta a la hora de contratar un seguro médico
Una vez conocemos cuáles son las principales ventajas de contratar un seguro médico, repasemos cuáles son aquellos aspectos que tengo que tener en cuenta a la hora de ver que me ofrecen en las distintas compañías aseguradoras:
Tipo de familia
¿Estás soltero o soltera? ¿Tienes pareja? ¿Tienes hijos? ¿Viven otras personas con vosotros como los abuelos? El tipo de familia que sois es fundamental para elegir entre un seguro de salud individual o que cubra a toda la familia.
¿Qué necesidades de salud tenemos? La cobertura
Es importante valorar cual es el estado general de tu salud, el tipo de hábitos que tienes y la edad. También la de aquellos a los que desees que cubra el seguro. Una vez tengas presente todo eso, considera: ¿Qué es importante o necesario que esté cubierto? ¿Qué otras cosas son prescindibles o o es poco probable que ocurran en este momento?
¿Con qué presupuesto contamos?
Otro de los aspectos fundamentales a la hora de escoger entre un seguro y otro son las condiciones económicas. En función del límite que os pongáis, podéis dedicar más o menos presupuesto para poder disfrutar de las ventajas que tiene contar con un seguro de salud.
Solvencia y reputación de la compañía de seguros
Cuando hablamos de salud tenemos que contar con aquellas compañías aseguradoras que nos den confianza, tranquilidad y seguridad. Por ello, conocer si se trata de una compañía de seguros económicamente solvente y si tiene trayectoria contrastable en el sector de la salud es fundamental.
La carencia
La carencia es el término que se utiliza para definir el tiempo que transcurre entre la contratación del seguro médico hasta que puedes utilizarlo. Este dato es importante si padeces un problema de salud previo a la contratación del seguro, ya que debes tener presente cuál es el periodo de carencia que tienes contratado.
¿Con copago o sin copago?
A la hora de contratar un seguro de salud puedes elegir hacerlo en cualquiera de las dos modalidades. Es decir, si optas por una póliza con copago, esto quiere decir que cada vez que pidas una cita, una prueba diagnóstica o cualquier otro servicio vinculado a tu póliza, tendrás que abonar una cantidad económica.
Si se opta por el servicio sin copago, pese a que se trataría de un seguro médico con un precio más elevado, no tendrías que aportar más.
De este modo, si gozas de un buen estado general de salud, aparentemente la opción más lógica sería la del copago.
Tipos de pólizas médicas que ofrecen las compañías de seguros
Para finalizar, vamos a hacer un breve repaso por las diferentes modalidades que existen, a grandes rasgos, de seguros de salud.
Cuadro médico
Suele ser el más contratado. Pensado para aquellos que desean combinar la sanidad pública con la privada o que contratan por primera vez un servicio de estas características y cuya prioridad es la de saltarse las largas listas de espera de la sanidad pública. Otorga acceso a consultas de atención primaria, especialistas de todo tipo y pruebas diagnósticas. No incluyen hospitalizaciones u operaciones y por contra suelen tener unos precios asequibles.
Seguro médico completo
Se trata de una póliza se seguro en la que, además de la atención primaria, las especialidades y las pruebas diagnósticas, se incluye también la hospitalización, las urgencias, la asistencia extrahospitalaria, etcétera.
Dentro de esta modalidad, se puede escoger, como señalábamos antes, entre la modalidad con copago, sin copago o con pagos limitados, en función de las necesidades de cada persona y/o familia.
Seguro médico con reembolso de gastos
Otorga una gran libertad ya que el asegurado puede elegir entre profesionales con independencia de si están vinculados o no a la compañía aseguradora, del país, etcétera. Una vez la persona ha sido atendida, la compañía reembolsará al paciente el coste total o parcial de la factura que genere.