Terapia Cognitivo-Conductual: Origen y técnicas

La terapia cognitivo-conductual nace de la fusión de las técnicas cognitivas y los tratamientos conductuales durante las décadas de los años 80 y 90. Los enfoques terapéuticos de Albert Ellis y Aaron Beck (psicólogos cognitivos) ganaron popularidad entre los terapeutas conductuales, lo que propició dicha fusión.

¿En qué consiste?

Los seres humanos estamos constantemente interpretando el mundo que nos rodea. Nuestros cerebros son ordenadores que continuamente analizan e interpretan la información que nos llega a través de los sentidos. Pero… ¿y si interpretamos el mundo de un modo erróneo? ¿y si esas interpretaciones se ven afectadas por pensamientos intrusivos o desadaptativos?

terapia cognitivo conductual

La terapia cognitivo-conductual convencional supone que cambiar los pensamientos desadaptativos o disfuncionales provoca cambios en el comportamiento y el afecto. De esta manera, el objetivo de la terapia no es tanto diagnosticar una enfermedad, sino observar qué pensamientos y conductas puede cambiar la persona para alcanzar el bienestar.


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Técnicas de la Terapia cognitivo-conductual

Algunas de las técnicas más comunes en la práctica clínica son:

  • Psicoeducación: Mediante esta técnica se le proporciona al paciente información sobre su problemática. En que consiste, porque presenta determinados síntomas y como podemos disminuirlos son algunas de las cuestiones que se abordan aquí. El objetivo primordial de la psicoeducación es que la persona comprenda qué es lo que le sucede y por qué.

  • Restructuración cognitiva: Consiste en localizar o descubrir los pensamientos negativos, obsesivos, intrusivos y disfuncionales que están en el origen y el mantenimiento de la problemática con el objetivo de sustituirlos por otros más adaptativos.

    Este tipo de pensamientos son los que Aaron Beck y Albert Ellis describieron como distorsiones cognitivas.

  • Regulación emocional: Se analizan cuales son aquellas situaciones o emociones que propician que la persona actúe de un modo impulsivo o irracional. El autoconocimiento juega aquí un papel fundamental, arrojando luz sobre cuáles son nuestras debilidades y en qué aspectos de nuestra personalidad debemos trabajar.

  • Comunicación asertiva: Se utiliza para que la persona adquiera hábitos para poder expresar pensamientos y emociones de la mejor manera posible.

  • Activación conductual en la vida cotidiana: Se trata de ir retomando activiades y retos poco a poco, de manera que se establezcan metas realistas y un proceso dividido en diferentes etapas para que se más fácil de conseguir.

Si tienes cualquier duda o pregunta al respecto, puedes dejarla en los comentarios y nuestros psicólogos la respondarán lo más rápido les sea posible.


“Me pasaba horas examinando cada centímetro de mi piel. No podía parar”


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