Aprovechando que estamos a mediados de septiembre, he decidido que sería bueno que añadiese alguna entrada en el blog que ayudase a que iniciemos este curso desarrollando conductas saludables. En este caso, hablaremos sobre los beneficios del deporte en el plano de la salud mental y emocional.
El deporte favorece que nuestro cuerpo libere endorfinas (la hormona de la felicidad) tanto durante como después de realizar ejercicio físico. Recuerda que las endorfinas son unas sustancias químicas que produce nuestro organismo y que tienen la función de estimular las zonas del cerebro relacionadas con la sensación de placer y bienestar, además de reducir la sensación de dolor.
El deporte, a se vez, alivia y reduce tanto la ansiedad como el estrés. La práctica de deporte hace que nos centremos en el aquí y el ahora, reduciendo el ruido mental que provocan las preocupaciones del día a día.
Mejora las relaciones sociales ya que nos ayuda a conocer gente, motivarnos mutuamente, etcétera. Ya sea en deportes individuales como deportes de equipo, es un hecho que su desempeño favorece que conozcamos gente con la que, al menos, ya tenemos una cosa en común.
La práctica de actividad física regular ayuda, previene y combate problemas relacionados con el sueño como el insomnio.
—> Combate el insomnio siguiendo estas sencillas recomendaciones
Aumenta la autoestima: no se trata sólo de que superar las metas que el propio ejercicio nos pone, sino que además nos veremos más atractivos y con un mejor aspecto.
Ralentiza y previene el deterioro cognitivo: Uno de los beneficios más concretos de practicas ejercicio físico es que, en la medida en que vamos progresando, mejora nuestra capacidad vascular. Como consecuencia de esto, mejora a su vez el metabolismo neuronal, reduciendo su daño oxidativo.
Aumenta nuestra capacidad de concentración: La práctica de cualquier deporte requiere de cierta dosis de concentración. Si a eso le añadimos los efectos que tiene sobre la reducción de la ansiedad y/o el insomnio, no es de extrañar que su desempeño mejore, con el tiempo, nuestra capacidad de concentrarnos en las diferentes tareas del día a día.
Mejora el rendimiento de nuestra memoria ya que estimula la zona del hipocampo en nuestro cerebro: Un estudio llevado a cabo por Expertos de la Escuela de Medicina Cumming de la Universidad de Calgary (Canadá) y publicado en la revista Neurology, sugiere que el ejercicio aeróbico facilita que el flujo sanguíneo aumente en las zonas encargadas de la memoria, la fluidez verbal y la agilidad mental.
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