La diaforesis o hiperhidrosis nocturna es una cuestión que suele aparecer en terapia con más o menos frecuencia. No es de extrañar, ya que habitualmente aparece o bien de manera repentina, o bien en el transcurso de habituación del organismo a algunos fármacos como los antidepresivos. Además, es un proceso incómodo para quién lo padece, ya que afecta tanto a la higiene como a la calidad del sueño ya que, en multitud de ocasiones, es habitual que ocurra de noche.
Por ello, hoy vamos a dedicar un artículo a la sudoración extrema nocturna, en especial, a cuáles son las causas que más comúnmente la suscitan. Conviene aclarar que este post viene a completar la información ya dada sobre la hiperhidrosis por ansiedad (pautas y consejos para prevenirla) y las opciones de tratamiento médico especializado para combatirla, cuyos enlaces encontrarás al final de este artículo.
Esperamos que les sea de utilidad. Si tienen cualquier duda o consulta que realizar, pueden dejarla en los comentarios y nuestro equipo de profesionales tratará de darle respuesta tan pronto como nos sea posible.
Índice
Hiperhidrosis nocturna
A menudo se suele relacionar la sudoración excesiva nocturna con la ingesta de determinados alimentos, la temperatura ambiental e incluso con la ansiedad o el estrés. Sin embargo, existen otras patologías o problemáticas que también pueden estar en el origen de este síntoma.
Además, conviene tener presente que, dependiendo de la causa y la intensidad de la sudoración, ésta puede tener otras consecuencias. Entre ellas, podemos destacar pérdida de peso, fiebre, temblor localizado en determinadas partes del cuerpo, irritablidad, diarrea e incluso alteraciones del ciclo menstrual.
Dicho esto, resulta lógico pensar que si los episodios de hiperhidrosis nocturna son demasiado frecuentes, intensos y/o acompañados de más síntomas, consultemos con nuestro médico.
Causas de los sudores nocturnos excesivos
Algunas de las causas que suelen estar detrás de los episodios de hiperhidrosis nocturna son:
Consumo de medicamentos
La administración de algunos medicamentos puede estar en el origen de la sudoración excesiva nocturna. Entre ellos podemos destacar:
- Medicamentos antidepresivos como fluoxetina, sertralina, trazodona, citalopram, mirtazapina, escitalopram…
- Algunos tratamientos hormonales.
- Fármacos utilizados para el tratamiento del abuso de opioides (metadona).
- Medicamentos hipoglucemiantes (aquellos que se utilizan para corregir el nivel bajo de glucosa en sangre.
Patologías
Determinadas patologías o enfermedades pueden estar detrás de la aprición y mantenimiento de episodios más o menos continuados de hiperhidrosis nocturna. Algunas de ellas son:
- Enfermedades relacionadas con la glándula tiroidea
- Algunos tipos de tumores
- Infecciones (ostiomelitis, tuberculosis, VIH…)
- Menopausia
- Trastornos autoinmunes
- Neuropatía autonómica
- Trastorno por consumo de sustancias y trastorno por consumo de alcohol
- Síndrome de abstinencia
- Trastornos de ansiedad (ver hiperhidrosis por ansiedad)
- Mielofibrosis
- Accidente cerebrovascular
- Trastornos relacionados con el sueño como la apnea obstructiva
Consumo de alcohol
El consumo de alcohol, sobretodo en las horas cercanas a la de acostarse, puede provocar sudores nocturnos. Esto es así debido a que el alcohol deprime y relaja las vías respiratorias, dificultando la respiración. Para compensar este déficit, el organismo tiene que realizar un mayor esfuerzo, elevando a su vez la temperatura corporal.
Además, el alcohol también aumenta el ritmo cardiaco, lo que también hace aumentar la temperatura corporal y, con esta, la sudoración.
Por último, el alcohol, para el organismo, consituye una toxina y la producción de sudor contribuye a su eliminación.
Considera que, independientemente de la cantidad de alcohol ingerida, hacerlo en las 4 horas antes de acostarse, favorece la sudoración nocturna.
¿Cómo se puede prevenir?
Existen algunas claves que puedes seguir para reducir la sudoración excesiva nocturna. Entre ellas destacan:
- Intenta mantener la temperatura de la habitación entre 18 y 20 grados.
- Utiliza pijamas ligeros de tejidos que facilitan la transpiración como el algodón.
- No sobrecargues la cama de ropa.
- Realizar ejercicios de relajación antes o al meterse en la cama te ayudará a conciliar mejor y reduir los niveles de ansiedad.
- En el caso de que no seas capaz de quedarte dormido, lo ideal es levantarse y realizar otro tipo de actividad relajante hasta notar que, de nuevo, tienes sueño. Quedarse en la cama puede aumentar la ansiedad.
En este otro artículo que dedicamos a la hiperhidrosis y su relación con la ansiedad, puedes encontrar una serie de consejos, pautas y claves para prevenirla. Si ya lo has probado todo, quizás quieras echarle un vistazo a este otro artículo en el que explicamos cuales son las opciones de tratamiento médico especializado para combatir la diaforesis.