Cuando una persona sufre un trastorno del estado de ánimo una de las barreras que primero se deben derribar es la apatoabulia. Se trata de un término de la psicopatología que describe un síntoma que suele ir acompañado de otros, también muy característicos de este tipo de trastornos, como la anhedonia o la astenia.
La depresión mayor o la distimia, comparten este síntoma que dificulta la recuperación por su carácter incapacitante. De hecho, en muchas ocasiones es la apatoabulia o simplemente abulia la que impide que una persona decida asistir a terapia. Popularmente la solemos describir como falta de ganas o motivación y su presencia suele frustrar tanto a quién por desgracia padece la enfermedad, como a aquellos que componen su círculo más cercano.
Pasemos a ver brevemente en que consiste esta entidad psicopatológica y cuales son las principales diferencias entre ésta, la anhedonia y la astenia. Esperamos que les sea de utilidad.
Si tienes cualquier duda o pregunta, puedes dejarla en los comentarios y nuestros psicólogos intentarán resolverla tan pronto como les sea posible.
Índice
Qué es la apatoabulia
El término apatoabulia hace referencia a la falta o disminución de la iniciativa para llevar a cabo actividades, propósitos o tomar decisiones. Esta falta de energía o motivación es muy característica de los trastornos del estado de ánimo y es la responsable, por ejemplo, de que una persona decida no salir de la cama (Ver Clinofilia) en todo el día o de que no tome la iniciativa de iniciar terapia.
La apatoabulia o simplemente abulia o hipoabulia afecta a todo tipo de tareas, desde lás más cotidinas (hacer la comida), pasando por otras de gran importancia como la higiene personal y el autocuidado y terminando por aquellas que antes resultaban motivantes o del gusto de la persona pero que ahora siente que no puede desempeñar o que no tiene la energía suficiente para llevarlas a cabo como el deporte, las manualidades y otras aficiones.
Qué nos indica la presencia de abulia
En la mayoría de las ocasiones, la presencia de hipoabulia nos indica que algo no va bien. No tiene porque ser algo perenne o para siempre, sino que puede responder a un momento concreto. Sin embargo, si notamos que llevamos demasiado tiempo sin iniciativa para nada, lo ideal sería consultar con un profesional de la salud mental.
Por ejemplo, si recientemente hemos perdido a alguien, es normal que nos sintamos apáticos o sin motivación. Pero, si esta falta de energía se prolonga en el tiempo, no tiene motivo aparente y nos impide llevar a cabo nuestro día a día, entonces debemos tomar medidas.
«Valora la posibilidad de que cuando definitivamente hayas conseguido superar la abulia, te lamentarás por no haber empezado a luchar mucho antes»
Causas de la apatoabulia
La apatoabulia puede ser causada de manera natural por los diferentes acontencimientos de la vida cotidiana. No podemos pretender siempre tener las ganas o la motivación suficiente para hacer esto o aquello. Más si cabe cuando hablamos de tareas repetitivas o laborales, más o menos necesarias, pero que no implican ni un reto ni una recompensa.
No obstante, cuando la abulia se mantiene en el tiempo y afecta a otras actividades que antes sí nos resultaban placenteras, entonces puede ser un indicador de presencia de trastorno mental. Entre éstos, podemos encontrar:
– Trastorno depresivo mayor
– Trastorno depresivo persistente o distimia
– Ciertos tipos de trastornos como la esquizofrenia.
Diferencias entre abulia y anhedonia
La apatía, abulia o apatoabulia, se diferencia de la anhedonia, en que la primera, como decíamos, es la falta de iniciativa para realizar actividades. Por otro lado, la anhedonia consiste en la incapacidad para experimentar placer cuando se están realizando actividades que, con anterioridad, si han resultado placenteras. Se trata de un síntoma que, potencialmente, también puede indicar presencia de enfermedad mental.
Diferencias entre abulia y astenia
El término astenia se utiliza para describir la situación de cansancio extremo, prolongado en el tiempo, percibida en reposo e incrementada por el ejercicio. Es un término que se utiliza frecuentemente en el campo de la medicina y se considera que puede estar motivado por diferentes entidades patológicas entre las que se incluyen, por ejemplo, la depresión o la distimia. También se puede describir como cansancio crónico.
La diferencia con la abulia o hipoabulia reside en que la astenia es percibida como algo más orgánico, una falta de energía pero de carácter físico. Sin embargo, la abulia describe una falta de energía relacionada con la motivación.
En la mayoría de os casos, suele presentarse conjuntamente y por ello se hace difícil distinguirlas.
Abulia como síntoma de depresión y distimia
Como venimos diciendo, la apatoabulia es un síntoma característico de los trastornos del estado de ánimo. De hecho, puede ser la más incapacitante de todas puesto que impide que la persona reciba ayuda ya que siente que no tiene la energía necesaria para buscarla. Esto, a su vez, establece un peor pronóstico de la enfermedad, ya que una de las características que describen a este tipo de cuadros es la falta de reforzadores internos y externos.
Estos reforzadores de la conducta consisten en la satisfacción o el placer de hacer o conseguir algo. Por tanto, si una persona no lleva a cabo ningua actividad porque siente que no tiene la energía necesaria para realizarla, no podrá obtenerlos, provocando una especie de círculo vicioso tan frustrante como incapacitante.
Apatoabulia y otras enfermedades: La esquizofrenia
La abulia no solo esta presente en los trastornos del estado de ánimo. Es común que, en sujetos que padecen trastornos como la esquizofrenia, se presente también la apatoabulia. Es por ejemplo, uno de los síntomas negativos más característicos de la esquizofrenia hefebrénica o desorganizada.
¿Se puede superar la abulia?
Respuesta corta: Si. Respuesta larga: Con esfuerzo. Aunque quizás con un esfuerzo menor al que la persona siente que necesitará inicialmente. En general, las personas que padecen algún tipo de depresión tienen la tendencia a sobrevalorar los impedimentos y a infravalorar los propios recursos. Es por ello que, en ocasiones, sientan o perciban ese cambio como un imposible.
En esas situaciones, definir el problema, establecer unos objetivos y metas claros y definir cuales van a ser los primeros pasos para conseguirlos a corto, medio y largo plazo, suelen ayudar a que la persona empiece a combatir contra la abulia. Aún así, no es algo fácil de conseguir por uno mismo y también hay que tener presente que pueden darse recaídas, las cuales deben formar parte, a su vez, del propio proceso de recuperación. Es, por todo ello, por lo que la apatoabulia debería ser uno de los objetivos prioritarios a lograr a la hora de establecer una intervención terapéutica.