En qué consiste la astenia, causas y pautas para prevenirla

Las trastornos del estado de ánimo cuentan con una amplia variabilidad de síntomas. Así como los pensamientos rumiativos o las distorsiones cognitivas pertenecen al ámbito de las cogniciones, existen otros que pertenecen o están más relacionados con el ámbito físico. Es el caso de la astenia o su versión más extrema, la adinamia.

En este artículo dedicaremos tiempo a explicar en qué consiste este síntoma, que tipos existen y cuáles son las diferencias que existen entre este, la anhedonia o la abulia. Esperamos que les sea de utilidad y que, si tiene cualquier duda o pregunta que realizar, consideren la posibilidad de dejar un comentario para que nuestro equipo de profesionales puedan resolverlas tan pronto como les sea posible.

¿En qué consiste?

En el ámbito sanitario la astenia se define como la sensación de fatiga y falta de vitalidad generalizada. Este término se aplica tanto al campo físico como al psicológico y, a menudo, se acompaña de pérdida de motivación e interés en el entorno. Habitualmente es normal que la astenia se presente de manera constante y no sólo como consecuencia de actividad física o esfuerzo mental.

Se trata de un síntoma muy común en los trastornos del estado de ánimo como la depresión y la distimia, entre otros.fatiga crónica, astenia, pautas para prevenir la astenia

Tipos de astenia

La astenia o falta de vitalidad se puede clasificar en función de si responde o no a los cambios estacionales. De esta manera, podemos encontrar:

Astenia primaveral

Se denomina astenia primaveral a aquella a la que hacen referencia algunos individuos que, con la llegada de la primavera, abducen fatiga o falta de vitalidad sin motivo aparente. Se ha sugerido que la aparición de astenia primaveral sería una manifestación normal del proceso de adaptación del cuerpo a las nuevas condiciones de luminosidad propias de esta estación del año. Aún así, sus causas no se conocen con exactitud.

Astenia otoñal

Al igual que ocuerre con la astenia primaveral, se denomina astenia otoñal a aquella cuya aparición corresponde con la llegada del otoño. También se ha sugerido que la aparición de la astenia otoñal sería una manifestación normal del proceso de adaptación del cuerpo a las nuevas condiciones de luminosidad y temperatura propias de esta estación del año. Aún así, hoy en día no se conocen sus causas con exactitud.

Astenia crónica

El término astenia crónica hace referencia a aquella que se presenta de manera generalizada a lo largo del año, es decir, aquella que no está relacionada con los cambios estacionales propios de la primevera o del otoño. En general, se considera necesario que esté presente durante al menos 6 meses y que provoque una disminución por encima del 50% de la capacidad para realizar actividades habituales. Algunos se refieren a ella como el Síndrome de Fatiga Crónica.

Síntomas de la astenia

Entre los síntomas que más reportan aquellos que padecen astenia podemos destacar:

  • Sensación de fatiga generalizada
  • Somnolencia diurna
  • Dificultad para la concentración
  • Sensación de aturmiento o de presión en la cabeza
  • Sensación de inestabilidad
  • Irritabilidad
  • Falta de apetito
  • Disminución de la líbido

Causas de la astenia

En la mayoría de ocasiones es difícil determinar una sola causa como responsable de la aparición de la astenia. Lo más común es que una combinación de varias causas este detrás del surgimiento de este síntoma. Estas causas pueden ser tanto de carácter psicológico como físico y también como consecuencia de la administración de algunos fármacos. Entre las más comunes podemos destacar:

Astenia y enfermedad mental

Algunos trastornos psicológicos tienen como síntoma la astenia. Es común que aquellas personas aquejadas de trastornos de ansiedad presenten astenia al final del día debido al estado de tensión y nervios característico de este tipo de trastornos.

fatiga crónica, astenia, pautas para prevenir la asteniaNo obstante, es en el caso de los trastornos del estado de ánimo como la depresión o la distimia o depresión crónica en el que la astenia se presenta de un modo más acentuado. De hecho, en este tipo de trastornos la presencia de astenia puede llegar a ser un criterio de diagnóstico y, a su vez, una de las primeras barreras que el paciente debe derruir a lo largo de su proceso terapéutico.

Por otro lado, la astenia suele aparecer también en aquellas personas aquejadas de trastornos del sueño. El cansancio y la fatiga es una de las consecuencias de la falta de descanso y, a su vez, provocan mucha frustración y ánimo bajo ya que se creen incapaces de desarrollar su vida con normalidad.

Astenia por enfermedad orgánica

También existen enfermedades de carácter orgánico relacionadas con la aparición de astenia. Algunas de ellas son:

– Anemia

– Desnutrición

– Inactividad física

– Alteraciones metabólicas

– Alteraciones hormonales como en el caso del hipotiroidismo

– Infección

– Enfermedades neurológicas

– Enfermedades musculares

Astenia relacionada con la administración de medicamentos

Todos los medicamentos pueden desarrollar efectos adversos indeseados, aunque no todas las personas llegan a padecerlos. Entre los medicamentos que pueden llegar a ser causa de astenia se encuentran:

– Tratamiento quimioterápico

– Tratamiento radioterápico

– Algunos tipos de antidepresivos

– Fármacos opiáceos

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Diferencias entre astenia y adinamia

La adinamia hace referencia a la ausencia total de movimiento o reacción. El término proviene del griego y esta formado por el prefijo “a” que siginifica sin o ausencia, y “dynamis”, que significa movimiento.

La astenia, por otro lado, describe la sensación de fatiga y falta de vitalidad y que no mejora tras periodos de reposo, pero no la ausencia total de movimiento. Podríamos considerar, por tanto, la adinamia como el caso más entremo de astenia.

Diferencias entre astenia y anhedonia

La anhedonia es un síntoma muy caracterísitico de algunos procesos o enfermedades mentales como la esquizofrenia o la depresión. Se caracteriza por la incapacidad para experimentar placer, pero no relacionada con la falta de vitalidad. Estos pacientes realizan actividades y desarrollan su vida con un nivel de energía aceptable, pero sin embargo ya no sienten las consecuencias positivas que si encontraban con anterioridad en dichas actividades. Por este motivo, a menudo la anhedonia conduce a la abulia.

Al igual que ocurre con la astenia, también puede estar relacionado con el consumo de algunos fármacos. Sin embargo, no describen el mismo síntoma, aunque a menudo aparecen conjuntamente.

Diferencias entre astenia y abulia

La abulia o apatoabulia describe la falta de motivación o voluntad para llevar a cabo actividades. En el caso de la astenia, sin embargo, puede existir dicha motivación, pero predomina la sensación de falta de vitalidad necesaria para llevarlas a cabo.

Tratamiento

Para revertir este síntoma lo principal es identificar las causas que la provocan y trabajar sobre ellas. Por ello, el profesional idóneo para su diagnóstico es, en un primer momento, el médico de cabecera. Éste podrá hacer una valoración de su caso particular al conocer las características globales de su estado de salud, sus antecedentes personales, la evalución de la intensidad de los síntomas y su duración y, si fuera necesario, la derivación a un profesional de la salud mental y/o otras especialidades.fatiga crónica, astenia, pautas para prevenir la astenia, tips astenia

Por otro lado, siempre tenemos que tener presente que la astenia puede tener un carácter estacional. En ese caso, este síntoma se trataría como un proceso normal de adaptación del organismo a los cambios en el ambiente. Por ello, la mayoría de expertos coinciden en señalar que la clave principal para combatir y prevenir la astenia no son los tratamientos farmacológicos, sino el mantenimiento de unos hábitos de vida saludable.

Pautas para prevenir la aparición de astenia y hábitos saludables

Esta demostrado que algunas de las pautas o medidas que se pueden tomar para prevenir o combatir la astenia son:

  • Mantener un horario regular de sueño nocturno
  • Mantener un horario regular de comidas y evitar la copiosidad de las mismas.
  • Llevar una dieta equilibrada y variada, con presencia de legumbres, verduras y frutas. Para más información, visite este otro artículo sobre las claves para llevar una dieta saludable.
  • Evitar el tabaco, el alcohol o excitantes como el café o el té también pueden ayudar.
  • Ante el deseo de permanecer tumbado o inactivo, exigirse la realización de actividades, especialmente durante las horas de luz y, preferiblemente, al aire libre. Considere, en este sentido, realizar ejercicio físico moderado como pasear, nadar o bailar.
  • Fomentar la realización de actividades intelectuales suaves que puedan motivarnos y estimularnos.

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