A lo largo de la vida de cualquier persona existen etapas en las que estamos más o menos predispuestos a determinadas cosas. Por ejemplo, puede darse una época en la que nos centramos más en el trabajo y otras en las que nos centramos más en hacer aquello que consideramos hobbies. Lo mismo ocurre con otros aspectos como la familia, las amistades y o las relaciones amorosas. Sin embargo, hay personas para las que la disposición a mantener relaciones románticas no sólo se trata de una disposición personal, si no que sufren un miedo intenso hacia ellas. Estamos hablando de la filofobia o el miedo a enamorarse.
En este artículo hablaremos acerca de este concepto, de sus síntomas principales y sus causas. También repasaremos las diferentes opciones de tratamiento y, por último, algunos consejos aplicables a nuestro día a día.
Esperamos que les sea de utilidad. Al final de la página, pueden encontrar la caja de comentarios en la que podrán dejar sus dudas y sugerencias. Nuestro equipo de psicólogos estará encantado de responderlas tan pronto como nos sea posible.
Índice
Filofobia: En qué consiste el miedo al amor
El término filofobia se refiere al miedo al amor o a conectarse emocionalmente con otra persona. También puede referirse al miedo a entablar una relación o al miedo por no sentirse capaz de mantener una relación. 
A lo largo de la vida de las persona pueden llegar a existir momentos en los que dichas personas, por el motivo que sea (recientes rupturas o desengaños, quieren dedicar más tiempo a otras esferas de sus vidas como el trabajo o a sí mismos, etcétera), no desean o al menos no está entre sus prioridades tener una relación. Sin embargo, en la filofobia, se da un temor más constante a lo largo del tiempo que llega incluso a interferir en el normal desarrollo de la vida de esa persona.
No se trata de un trastorno que esté incluido como tal en el DSM-V, pero puede considerarse una fobia específica. En este sentido, es importante diferenciarla de la fobia social. Es cierto que las personas con fobia social pueden llegar a desarrollar filofobia. No obstante, no son lo mismo ya que la fobia social provoca miedo extremo en situaciones sociales muy dispares, no como la filofobia que se ciñe únicamente a las relaciones íntimas.
Síntomas de la filofobia
Además del miedo irracional a enamorarse y la influencia negativa sobre la vida de la persona que la padece, la filofobia puede tener la siguiente sintomatología:
- Falta de relaciones íntimas
- Sensación de angustia en las relaciones
- Conductas de evitación hacia las relaciones
Además de éstas, si la persona se encuentra en una situación relacional o, simplemente, al pensar sobre las relaciones, puede desarrollar la sintomatología propia de la ansiedad. En ella destacan, entre otras:
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Aumento de la tasa respiratoria
- Sudoración
- Náuseas
- Mareos
- Dolor en el pecho o costocondritis
- Sensación de pérdida de control
Causas del miedo al amor
En la mayoría de ocasiones es muy difícil determinar la causa concreta que subyace al desarrollo de una fobia. Sin embargo, algunas de ellas pueden ser:
- Miedo al rechazo: Sentirse rechazado puede ser una sensación muy abrumadora para la persona que la siente. En ocasiones, el miedo es tal que, para esa persona, el riesgo de sentirse de esa manera pesa más que las posibles consecuencias positivas de tener una relación. Por tanto, un historial de rechazo doloroso puede suponer la causa que subyace a un posible caso de filofobia.
- Experiencias culturales: Algunas culturas mantienen cierta presión sobre el matrimonio y las relaciones. Esto puede desembocar en que las personas de dichas culturas eviten las relaciones íntimas.
- Experiencias anteriores traumáticas: Las relaciones traumáticas mantenidas en el pasado pueden contribuir a la aparición de filofobia. De este modo, la infidelidad, la traición o el desamor pueden hacer que una persona prefiera distanciarse de las relaciones románticas. Además, no sólo afectan las relaciones propias, también aquellas que se han vivido de cerca como pueden ser la relación entre los padres y/o las amistades cercanas.
- Estilo de apego: También el estilo de apego mantenido a edades tempranas puede ser significativo en el origen de la filofobia. (Ver: Teoría del Apego)
Tratamiento
En general, el tratamiento de elección para abordar las fobias suele sestar basado en la 
Terapia Cognitivo-Conductual. Ésta utiliza técnicas como la psicoeducación, la relajación progresiva o la reestructuración cognitiva con el objetivo de identificar y cambiar los pensamientos disfuncionales y/o las creencias erróneas que están detrás de las reacciones negativas hacia la fuente de la fobia (en este caso, las relaciones amorosas).
Este tipo de técnicas, además, implican una mejora notable en el autoconocimiento, el cuál puede darnos las claves sobre el origen del problema.
En ocasiones, también puede ser de gran ayuda un cambio en el estilo de vida y el entrenamiento en solución de problemas, la asertividad y la comunicación.
¿Se puede ayudar a una persona con filofobia? Pautas y claves
Algunos consejos o pautas que se pueden llevar a cabo con el objetivo de disminuir las consecuencias negativas o el desarrollo de la filofobia son:
- Repasar el historial de relaciones para reconocer si existe cualquier situación relacional que le haga temer relaciones futuras.
- Identificar aquellos pensamientos o creencias negativas que subyacen a ese temor.
- Cuidar el habla interna y permitirse sentir del modo en procesa. En ocasiones, nos podemos llegar a sentir culpables por sentir de un modo u otro, lo cuál casi nunca sirve de nada. Es más productivo analizar esos sentimientos y las situaciones o pensamientos que los provocaron.
- Cuestionar las ideas preconcebidas o los prejuicios que se tienen acerca de las relaciones y del papel que uno juega en ellas.