Siempre que se hable de sexo o de adicciones va a haber controversia. Ni que decir tiene cuando ambos conceptos se interrelacionan entre sí. Ese es el caso de lo que antes se conocía como Ninfomanía y ahora se suele denominar como Hipersexualidad Femenina: Un trastorno que afecta a muchas mujeres en el mundo y al que le vamos a dedidar este post. En esta otra entrada encontrarás toda la información referida a la hipersexualidad masculina., antes conocida como satiriasis.
La respuesta sexual es algo que viene prederminado biologicamente en todos los organismos vivos. Se trata, si cabe, de la respuesta más importante, ya que es la que favorece y garantiza la perpetuación de la especie, y, por tanto, es de las más estudiadas tanto a nivel humano como del resto de seres vivos del planeta.
Entonces… ¿cuándo esta respuesta o comportamiento se convierte en un problema?
Índice
¿Qué es la ninfomanía o hipersexualidad femenina?
El deseo sexual no es algo estable si no algo que se construye, evoluciona y varía a lo largo de la vida de las personas. Nuestro estilo de vida, el cansancio, el estrés, la emotividad, tener o no tener pareja y otras muchas variables determinan que nuestro deseo sexaul sea mayor o menor.
El problema surge cuando una persona siente que no puede controlar su respuesta sexual. Y esto, por desgracia, ocurre más de lo que pensamos. De hecho, aunque el DSM 5 no incluya este trastorno dentro de su índice, son muchas (y cada vez más) las consultas que se hacen sobre este término tanto de manera informal (en internet) como de manera formal (a profesionales de la salud mental y sexólogos).
La hipersexualidad se define como el aumento de la frecuencia, la intensidad de las fantasías, excitación, impulsos y conductas sexuales no parafílicas, asociadas con impulsividad, que generan un malestar significativo, un deterioro social y/o ocupacional de la persona que lo padece. Por tanto, es un trastorno que implica la falta de control de la respuesta sexual, lo que de manera indirecta implica una conducta autodestructiva.
Anteriormente, a este trastorno se le denominaba, en el caso de las mujeres, ninfomanía y, en el caso de los varones, satiriasis.
Se considera que la hipersexualidad tiene una prevalencia en torno al 2% de la población, siendo superior en hombres que en mujeres.
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Causas de la hipersexualidad femenina
La ninfomanía no tiene una etiologia clara ni evidente. De hecho, es posible que se trate más bien de un conjunto de situaciones o causas que lleven a la persona a desarrollar esta parafilia.
Lo primero que debemos descartar es si existe alguna causa orgánica que favorezca este comportamient: En la respuesta sexual del organismo estan implicadas hormonas y neurotransmisores que, si por un motivo orgánico tienen un funcionamiento alterado, pueden provocar este desajuste conductual. Es aconsejable también descartar que esta conducta no está provocada por otra enfermedad mental o por el consumo de tóxicos.
Por otro lado, en ocasiones se ha podido determinar el origen de la hipersexualidad como una respuesta frente a la ansiedad: Algunas personas llevan a cabo este tipo de conductas como un medio para gestionar su angustia y ansiedad.
En otros casos está relacionada con el estado emocional. En general, la conducta sexual se encuentra asociada a un estado emocional placentero y satisfactorio. Sin embargo, algunas personas utilizan la conducta sexual como remedio para aliviar los estados emocionales negativos, lo cual fomenta estados de confusión emocional.
En último caso, una educación sexual y afectiva ineficiente puede ser el origen de un trastorno como la ninfomanía o hipersexualidad femenina.
¿Son las personas hipersexuales más promiscuas?
Existe la idea de que las personas que padecen hipersexualidad son promiscuas pero no tenemos evidencia científica ni clínica de que sea así. En realidad, más de la mitad de las personas que hacen referencia a este trastorno o que solicita ayuda o indicaciones de cualquier tipo, lo hace por conductas relacionadas con la pornografía, la masturbación y el cibersexo.
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¿Cómo se si tengo un trastorno de hipersexualidad?
Estos son algunos de los síntomas que nos pueden hacer pensar que tenemos un problema de control de impulsos relacionados con la conducta sexual:
– Las personas con esta patología dedican demasiado tiempo a las fantasías o encuentros sexuales, de manera que ese tiempo es sustraído de otras actividades y/o responsabilidades, quedando estas descubiertas o sin realizar.
– Sensación de falta de control respecto a la conducta sexual.
– Sensación y sentimientos de culpa y/o ansiedad en los momentos posteriores a la conducta sexual.
– Mentiras y/o engaños, encubrimiento y falta de sinceridad respecto a la conducta sexual y al tiempo que se dedica a ese área de la intimidad.
– Sensación o corroboración de que la conducta sexual está interfiriendo de manera significativa sobre otras áreas importantes de la vida como la económica, personal, social, labora, etcétera.
– Pensamientos recurrentes e intrusivos sobre el sexo que interfieren en otras áreas del individuo.
– Intentos de reducción del comportamiento sexual sin éxito.
– Experiencias sexuales repetitivas, continuas y persistentes pese a las consecuencias adversas y pese a no resultar satisfactorias.
– Uso de la conducta sexual como medio para aliviar estados emocionales negativos como la depresión, la ansiedad, la soledad o el estrés.
Tratamiento de la Hipersexualidad Femenina o Ninfomanía
El tratamiento de elección para la Hipersexualidad Femenina suele ser multicomponente: Terapia psicológica y fármacos.
En cuanto a los fármacos, se suelen utilizar ansiolíticos a antidepresivos, según sea el origen o etiología del problema y siempre bajo prescripción médica.
El tratamiento psicológico de elección será la terapia cognitivo-conductual. Técnicas como la psicoeducación, la regulación emocional, el entrenamiento en habilidades sociales, entre otras, pueden ayudar a la persona a gestionar este trastarno.
Otras veces es importante también hacer intervenciones puntuales o más extensas que tengan como objetivo mejorar la autoestima y el autoconcepto de las personas afectadas.
Por otro lado, la restructuración cognitiva fomenta el cambio de los pensamientos negativos automáticos presentes en los trastornos de ansiedad y del estado de ańimo, ayudando a la persona a retomar unos hábitos sexuales satisfactorios.
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